Astérix y Obélix: misión Cleopatra, el renacimiento de una película de culto en Dolby

Tras un proceso de restauración meticuloso que duró casi dos años, la película de culto de Alain Chabat renace gracias a la tecnología de imagen Dolby Vision y al sonido Dolby Atmos en una versión. Esta operación, cuyo objetivo era preservar la cinta, da una segunda vida a una obra aclamada por el público, ya que vuelve a atraer a los espectadores a las salas de cine —tanto a los que ya la habían visto como a los que no— y la hace irrumpir con fuerza en las nuevas plataformas de difusión, con una calidad de imagen y sonido a la altura de sus expectativas, cada vez mayores debido a las nuevas opciones prémium en los cines y en las suscripciones de vídeo bajo
demanda (VBD).

Tras un proceso de restauración meticuloso que duró casi dos años, la película de culto de Alain Chabat renace gracias a la tecnología de imagen Dolby Vision y al sonido Dolby Atmos en una versión. Esta operación, cuyo objetivo era preservar la cinta, da una segunda vida a una obra aclamada por el público, ya que vuelve a atraer a los espectadores a las salas de cine —tanto a los que ya la habían visto como a los que no— y la hace irrumpir con fuerza en las nuevas plataformas de difusión, con una calidad de imagen y sonido a la altura de sus expectativas, cada vez mayores debido a las nuevas opciones prémium en los cines y en las suscripciones de vídeo bajo
demanda (VBD).

Con el laboratorio TransPerfect Media Hiventy, utilizamos un flujo de trabajo inédito que combina técnicas artesanales con las herramientas digitales más punteras, como la inteligencia artificial.

Tessa Pontaud, Directora Adjunta de Restauración en Pathé

Un proceso de restauración para conservar un clásico y volver a seducir a la audiencia

Astérix y Obélix: misión Cleopatra no necesita presentación. La película, estrenada hace veinte años, es uno de los títulos de culto del catálogo Pathé, no solo por su éxito en taquilla (nada menos que catorce millones de espectadores), sino también por el lugar especial que se ha ganado en el corazón del público. Esto la convertía en la candidata perfecta para ser «la primera película de patrimonio francés en presentarse en Dolby Cinema, con sonido mezclado en Dolby Atmos, imágenes etalonadas en Dolby Vision para las salas equipadas con esta tecnología y para todo lo que es pantalla, televisión y ordenador», explica Tessa Pontaud, directora adjunta de restauración en Pathé. La restauración de las películas de «patrimonio» es una apuesta importante para Pathé, teniendo en cuenta que otros estudios franceses ya han empezado a remasterizar sus catálogos. No solo interesa conservar estas obras destacadas, sino también responder tanto a las nuevas expectativas del público en lo que respecta a la calidad sonora y visual como a sus nuevas prácticas de consumo, ahora que las películas se proyectan en sala durante menos tiempo debido a la popularidad que han ido ganando los servicios de streaming. Restaurar una película atiende a un doble objetivo: atraer a los espectadores a las salas de cine y darle a la cinta una segunda vida en las plataformas de difusión modernas con una experiencia mejorada y prémium a la altura de la calidad que espera el público.

Astérix y Obélix: misión Cleopatra no necesita presentación. La película, estrenada hace veinte años, es uno de los títulos de culto del catálogo Pathé, no solo por su éxito en taquilla (nada menos que catorce millones de espectadores), sino también por el lugar especial que se ha ganado en el corazón del público. Esto la convertía en la candidata perfecta para ser «la primera película de patrimonio francés en presentarse en Dolby Cinema, con sonido mezclado en Dolby Atmos, imágenes etalonadas en Dolby Vision para las salas equipadas con esta tecnología y para todo lo que es pantalla, televisión y ordenador», explica Tessa Pontaud, directora adjunta de restauración en Pathé. La restauración de las películas de «patrimonio» es una apuesta importante para Pathé, teniendo en cuenta que otros estudios franceses ya han empezado a remasterizar sus catálogos. No solo interesa conservar estas obras destacadas, sino también responder tanto a las nuevas expectativas del público en lo que respecta a la calidad sonora y visual como a sus nuevas prácticas de consumo, ahora que las películas se proyectan en sala durante menos tiempo debido a la popularidad que han ido ganando los servicios de streaming. Restaurar una película atiende a un doble objetivo: atraer a los espectadores a las salas de cine y darle a la cinta una segunda vida en las plataformas de difusión modernas con una experiencia mejorada y prémium a la altura de la calidad que espera el público.

Rediseñar la posproducción: un proyecto faraónico

El trabajo realizado con Astérix y Obélix: misión Cleopatra —un verdadero acto de amor— fue todo un reto, ya que, desde el punto de vista técnico, el largometraje es una de las primeras películas rodadas en 35 mm y está posproducida íntegramente en formato digital, lo que significa que no hay un negativo montado de la cinta. También fue necesario dar un giro a la mezcla sonora para aprovechar al máximo las ventajas que ofrece Dolby Atmos. «El proyecto fue mucho más que una simple restauración: prácticamente hemos
rehecho toda la posproducción veinte años después, respetando la obra original y trabajando con el equipo original de la película — explica Tessa Pontaud—. En la colaboración con el laboratorio TransPerfect Media Hiventy, utilizamos un flujo de trabajo inédito que combina técnicas artesanales con las herramientas digitales más punteras, como la inteligencia artificial».

Respetar la intención artística era la clave de esta restauración.

Tessa Pontaud, Directora Adjunta de Restauración en Pathé

Dolby Vision HDR, una poción mágica para crear imágenes sublimes

Para recrear la imagen, el equipo disponía de los carretes y el máster originales, así como del conjunto de efectos especiales, archivados en formato digital. Como comenta Thierry Beaumel, responsable independiente del flujo de trabajo de imagen durante la restauración, para recomponer la película «se realizó un primer análisis de los carretes en baja definición», que sirvió para reconstituir la cronología de la película. Más tarde se procedió a realizar un análisis en calidad 4K en un formato —el ADX— que proporcionaba toda la información posible sobre la película (dinámica, colorimetría, luminancia, profundidad del color, etc.). Tras un minucioso proceso de corrección de los defectos de la cinta, los equipos empezaron a trabajar en la reincorporación de los efectos especiales, algo que también supuso un gran desafío. «Todos los efectos visuales se habían guardado en dos formatos magnéticos digitales que ya no se utilizan», explica Thierry Beaumel. Fue necesario mejorar o recrear a mano algunos de ellos, ya que los archivos estaban en formato 2K, que tiene una calidad muy inferior al 4K. Sin embargo, en este proyecto era importante reutilizar al máximo lo que se había hecho entonces: «Respetar la intención artística era la clave de esta restauración», subraya Tessa Pontaud. Es uno de los principales motivos por los que acudieron a Dolby Vision HDR, tal y como explica Jean-Antoine Lacolle, experto en flujos de trabajo Dolby Vision, que ha dedicado un vídeo íntegro a este tema. Dolby Vision permite mostrar al espectador una imagen fiel a la intención artística de los creadores y, al mismo tiempo, revelar información que otros formatos no identificaban: más detalles, matices de negro, una paleta de colores más rica, etc. Para garantizar la integridad de la intención artística inicial, se implicó al equipo original de la película —incluido su
realizador, Alain Chabat— en todas las fases del proyecto.

Para recrear la imagen, el equipo disponía de los carretes y el máster originales, así como del conjunto de efectos especiales, archivados en formato digital. Como comenta Thierry Beaumel, responsable independiente del flujo de trabajo de imagen durante la restauración, para recomponer la película «se realizó un primer análisis de los carretes en baja definición», que sirvió para reconstituir la cronología de la película. Más tarde se procedió a realizar un análisis en calidad 4K en un formato —el ADX— que proporcionaba toda la información posible sobre la película (dinámica, colorimetría, luminancia, profundidad del color, etc.). Tras un minucioso proceso de corrección de los defectos de la cinta, los equipos empezaron a trabajar en la reincorporación de los efectos especiales, algo que también supuso un gran desafío. «Todos los efectos visuales se habían guardado en dos formatos magnéticos digitales que ya no se utilizan», explica Thierry Beaumel. Fue necesario mejorar o recrear a mano algunos de ellos, ya que los archivos estaban en formato 2K, que tiene una calidad muy inferior al 4K. Sin embargo, en este proyecto era importante reutilizar al máximo lo que se había hecho entonces: «Respetar la intención artística era la clave de esta restauración», subraya Tessa Pontaud. Es uno de los principales motivos por los que acudieron a Dolby Vision HDR, tal y como explica Jean-Antoine Lacolle, experto en flujos de trabajo Dolby Vision, que ha dedicado un vídeo íntegro a este tema. Dolby Vision permite mostrar al espectador una imagen fiel a la intención artística de los creadores y, al mismo tiempo, revelar información que otros formatos no identificaban: más detalles, matices de negro, una paleta de colores más rica, etc. Para garantizar la integridad de la intención artística inicial, se implicó al equipo original de la película —incluido su
realizador, Alain Chabat— en todas las fases del proyecto.

«Pensando en todos los formatos de salida diferentes (para cine, Blu-ray, 4K, VBD, etc.), para el etalonaje utilizamos un entorno de trabajo que permite
tener en cuenta todos estos elementos de la fuente e integrar toda la información para pasar a las diferentes versiones», precisa Thierry Beaumel. «Trabajar en HDR, en Dolby Vision, es muy importante porque permite restituir los colores y los contrastes con más fidelidad», recalca Jérôme Bigueur, etalonador de remasterización en TransPerfect Media Hiventy. El etalonaje se realizó, por tanto, a partir del HDR, con la ayuda de Laurent Dailland, el director de fotografía original. «Así, hemos podido ver las imágenes con una riqueza insuperable —explica este último—. Y hemos tenido sorpresas muy gratas. El análisis nuevo nos ha aportado muchas cosas, pero principalmente más riqueza en las luces bajas y el color. Hemos ganado mucho, sobre todo en la escena de invierno. Tenemos una versión que probablemente sea mejor que la que teníamos por aquel entonces».

 

El etalonaje se terminó en Londres con la versión Dolby Vision, para la que había que ajustar algunos rácords. «Verla es una maravilla —continúa Laurent Dailland—. Es una imagen más minuciosa, más trabajada, más precisa». Un plus de información y calidad a la altura de lo que espera el público hoy en día. «En veinte años, la mirada del espectador ha cambiado
radicalmente, sobre todo debido a la profusión omnipresente de las imágenes digitales —asegura Jérôme Bigueur, colorista sénior—. Hemos logrado crear masters de una gran belleza, sobre todo el de Dolby Cinema, que ha exaltado toda la riqueza estética y técnica del rodaje de antes gracias a la tecnología de difusión actual». La ventaja es que, a partir de Dolby Vision, las distintas versiones HDR y SDR se pueden obtener automáticamente, con solo unos pequeños ajustes ocasionales.

Pudimos ver la riqueza de las imágenes, y nos llevamos algunas sorpresas muy agradables. [...] Ahora tenemos algo que podría ser incluso mejor que el original.

Laurent Dailland, Director de Fotografía

El sonido Dolby Atmos mete al espectador de lleno en la historia

La imagen no fue el único elemento de la película que se restauró y se mejoró: el sonido también recibió un tratamiento vip, con un upmix en Dolby Atmos. «Partimos de las premezclas que se hicieron entonces, en 2001, y teníamos a nuestra disposición una mezcla 5.1 del guion, una mezcla 5.1 de la música y una mezcla 5.1 de los efectos y el sonido ambiente», describe Thierry Lebon, mezclador de la película original. Los plug-ins permiten convertir el 5.1 en Dolby Atmos. «La idea no era recrear todo el sonido, sino restaurarlo y mejorarlo», añade Thierry Lebon. La remezcla del sonido en formato Dolby Atmos mejora muchísimo las sensaciones del espectador, gracias a un mayor nivel de precisión y dinamismo a la hora de colocar y mover los sonidos en el espacio. Dolby Atmos permite crear lo que llamamos objetos, además de todas las posibilidades de mezcla que ya existían. «Se trata de sonidos aislados con metadatos de coordenadas espaciales que podemos desplazar con gran precisión. También podemos jugar con su tamaño haciendo que salgan de un número mayor o menor de altavoces: desde un punto muy concreto o en toda una zona», explica Jonathan Martins, uno de los mezcladores del proyecto. Una de las ventajas de Dolby Atmos es que se puede adaptar a distintos sistemas de difusión: según el número de altavoces de la instalación, el receptor ajustará la ubicación de estos sonidos para que estén donde tengan que estar y para que produzcan el efecto deseado.

La imagen no fue el único elemento de la película que se restauró y se mejoró: el sonido también recibió un tratamiento vip, con un upmix en Dolby Atmos. «Partimos de las premezclas que se hicieron entonces, en 2001, y teníamos a nuestra disposición una mezcla 5.1 del guion, una mezcla 5.1 de la música y una mezcla 5.1 de los efectos y el sonido ambiente», describe Thierry Lebon, mezclador de la película original. Los plug-ins permiten convertir el 5.1 en Dolby Atmos. «La idea no era recrear todo el sonido, sino restaurarlo y mejorarlo», añade Thierry Lebon. La remezcla del sonido en formato Dolby Atmos mejora muchísimo las sensaciones del espectador, gracias a un mayor nivel de precisión y dinamismo a la hora de colocar y mover los sonidos en el espacio. Dolby Atmos permite crear lo que llamamos objetos, además de todas las posibilidades de mezcla que ya existían. «Se trata de sonidos aislados con metadatos de coordenadas espaciales que podemos desplazar con gran precisión. También podemos jugar con su tamaño haciendo que salgan de un número mayor o menor de altavoces: desde un punto muy concreto o en toda una zona», explica Jonathan Martins, uno de los mezcladores del proyecto. Una de las ventajas de Dolby Atmos es que se puede adaptar a distintos sistemas de difusión: según el número de altavoces de la instalación, el receptor ajustará la ubicación de estos sonidos para que estén donde tengan que estar y para que produzcan el efecto deseado.

Podemos aprovechar el espacio para mejorar la experiencia del espectador, y la película se presta muy bien a esto: hay muchos sonidos «en off» que podemos mover de un lado a otro

Thierry Lebon, Mezclador de la película original

«Un ejemplo elocuente es la escena en la que Chantal Lauby lucha contra el coloso —afirma Jonathan Martins—. Originalmente, los elementos estaban repartidos por las barras de altavoz trasera izquierda y trasera derecha, pero uno de los lados quedaba un poco impreciso. Pude recortar los sonidos de la mezcla 5.1 y transformarlos en objetos y, con la ayuda de una aplicación que utiliza el acelerómetro de un teléfono móvil, los fui sustituyendo y desplazando en tiempo real siguiendo la imagen». Resultado: los sonidos siguen la acción en el espacio de manera mucho más precisa. Lo mismo pasa con las balas de las catapultas, con los romanos saltando por los aires… «Podemos aprovechar el espacio para mejorar la experiencia del espectador, y la película se presta muy bien a esto: hay muchos sonidos «en off» que podemos mover de un lado a otro —apunta Thierry Lebon—. Un buen ejemplo es la escena en la pirámide: los tres personajes se pierden en un laberinto, y poder hacer que las voces vengan del extremo izquierdo o del límite derecho nos permite intensificar esa sensación de estar perdido. El sonido aporta algo nuevo a la imagen». La primera mezcla elaborada fue la versión para Dolby Atmos Cinema, y las demás mezclas se generan a partir de esta con pequeños ajustes — la mayor parte de las veces, a nivel de dinámica—, teniendo en cuenta las limitaciones de cada formato.

«Un ejemplo elocuente es la escena en la que Chantal Lauby lucha contra el coloso —afirma Jonathan Martins—. Originalmente, los elementos estaban repartidos por las barras de altavoz trasera izquierda y trasera derecha, pero uno de los lados quedaba un poco impreciso. Pude recortar los sonidos de la mezcla 5.1 y transformarlos en objetos y, con la ayuda de una aplicación que utiliza el acelerómetro de un teléfono móvil, los fui sustituyendo y desplazando en tiempo real siguiendo la imagen». Resultado: los sonidos siguen la acción en el espacio de manera mucho más precisa. Lo mismo pasa con las balas de las catapultas, con los romanos saltando por los aires… «Podemos aprovechar el espacio para mejorar la experiencia del espectador, y la película se presta muy bien a esto: hay muchos sonidos «en off» que podemos mover de un lado a otro —apunta Thierry Lebon—. Un buen ejemplo es la escena en la pirámide: los tres personajes se pierden en un laberinto, y poder hacer que las voces vengan del extremo izquierdo o del límite derecho nos permite intensificar esa sensación de estar perdido. El sonido aporta algo nuevo a la imagen». La primera mezcla elaborada fue la versión para Dolby Atmos Cinema, y las demás mezclas se generan a partir de esta con pequeños ajustes — la mayor parte de las veces, a nivel de dinámica—, teniendo en cuenta las limitaciones de cada formato.

La imagen es impresionante, los colores son vivos: es digna de una producción actual.

Le Parisien

Una restauración con corona de laurel

Una vez concluidas estas dos etapas, la imagen y el sonido se combinan
para crear un archivo llamado DCP para las salas de cine. Tras el proceso
de authoring —cuando el contenido se codifica para los distintos formatos
(VBD, DVD, Blu-ray, etc.)—, el resultado de toda esta labor se comparte con
el público.

«Esta remasterización ha requerido más de dos años de trabajo, y estamos muy orgullosos del resultado final», asegura Tessa Pontaud. Los resultados han convencido también a Alain Chabat, director de la película; tanto que se ha implicado personalmente en la promoción de la pieza remasterizada con un vídeo en el que hace gala de su humor habitual. Una apuesta que también ha salido bien para Pathé, porque han conseguido darle una nueva vida a la película, que se estrenó en salas a principios de verano y que tuvo una acogida más que calurosa por parte del público, con más de 450.000 espectadores. La prensa también se ha mostrado unánime ante la calidad del trabajo realizado: «Lo interesante de este reestreno es realmente la calidad de la película. La imagen es impresionante, los colores son vivos: es digna de una producción actual», asegura Le Parisien. Los espectadores son contundentes: «He ido a ver Astérix y Obélix: misión Cleopatra en versión restaurada 4K y la película no ha envejecido. Sigue siendo igual de buena», «el sonido Dolby Atmos es prodigioso»…

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Es el poder de Dolby: da igual que estés en el cine o en casa, Dolby Vision es el único que te garantiza que, cuando ves tus imágenes, vas a tener la misma sensación en la gran pantalla, que en la tele, en una tablet, un monitor o un teléfono.

Jean-Antoine Lacolle, Experto en flujo de trabajo Dolby Vision

En diciembre, los espectadores podrán disfrutar la película en formato DVD, Blu-ray, Blu-ray UHD (4K) y VBD, con una campaña comercial a la altura por parte de Pathé, que siempre ofrece la misma calidad a nivel global. «Es el poder de Dolby: da igual que estés en el cine o en casa, Dolby Vision es el único que te garantiza que, cuando ves tus imágenes, vas a tener la misma sensación en la gran pantalla, que en la tele, en una tablet, un monitor o un teléfono —afirma Jean-Antoine Lacolle, experto en flujo de trabajo Dolby Vision asignado por Dolby—. El objetivo es garantizar que se respeten las decisiones que se han tomado en la sala de etalonaje». En cuanto a Dolby Atmos, como señala Thierry Lebon, «los sonidos se mueven por el espacio de forma mucho más precisa que en la mezcla original» para lograr
una inmersión sonora inigualable. Redescubre Astérix y Obélix: misión Cleopatra como nunca habrías imaginado.

En diciembre, los espectadores podrán disfrutar la película en formato DVD, Blu-ray, Blu-ray UHD (4K) y VBD, con una campaña comercial a la altura por parte de Pathé, que siempre ofrece la misma calidad a nivel global. «Es el poder de Dolby: da igual que estés en el cine o en casa, Dolby Vision es el único que te garantiza que, cuando ves tus imágenes, vas a tener la misma sensación en la gran pantalla, que en la tele, en una tablet, un monitor o un teléfono —afirma Jean-Antoine Lacolle, experto en flujo de trabajo Dolby Vision asignado por Dolby—. El objetivo es garantizar que se respeten las decisiones que se han tomado en la sala de etalonaje». En cuanto a Dolby Atmos, como señala Thierry Lebon, «los sonidos se mueven por el espacio de forma mucho más precisa que en la mezcla original» para lograr
una inmersión sonora inigualable. Redescubre Astérix y Obélix: misión Cleopatra como nunca habrías imaginado.

Astérix y Obélix: misión Cleopatra, el renacimiento de una película de culto en Dolby

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